¿Cómo se realiza una sesión de Reiki?

La sesión de Reiki puede durar aproximadamente una hora.

El paciente permanecerá acostado boca arriba en una camilla, solo se quitará el calzado.

Durante la misma, la música tiene que ser preferentemente suave al igual que los aromas o esencias para no invadir. La luz debe ser normal al comienzo de la entrevista y luego ir bajándola paulatinamente para conseguir la distensión necesaria.

Las manos se colocan en los chakras para desbloquearlos y equilibrar así el flujo de la Energía Vital. Durante el tratamiento, muchos pacientes se quedan dormidos. El común denominador es que sienten una profunda relajación y una paz que no pueden definir.

Las sensaciones son muy variadas: cosquilleo, calor, frío que se manifiestan en distintas partes del cuerpo. Otros pacientes ven colores, experimentan una sensación de "elevarse" o sienten emociones que salen a la superficie, como llanto, risa, miedo, ira, ansiedad etcétera.

La Energía Vital Universal, equilibra, armoniza, purifica y revitaliza. Cada persona responde al tratamiento de una manera diferente pero siempre con cambios sorprendente y sanadores a nivel físico, mental y emocional, limpiando a fondo todos los bloqueos.

Se pueden realizar sesiones individuales o bien tratamientos de cuatro o seis sesiones según lo que requiera el paciente, donde se trabaja para poder lograr el bien mayor que cada uno de ellos necesita.

Si se ha elegido por el tratamiento de varias sesiones, al finalizar éste se podrá tomar sesiones individuales para seguir estabilizando aún más las emociones obteniendo así un punto de vista más positivo sobre la vida.

Una crisis de sanación afecta al cuerpo en su totalidad, (físico, mental y emocional) es un proceso que se activa en nuestro ser, mediante el cual el cuerpo libera toxinas acumuladas en nuestros órganos y a nivel mental-emocional libera emociones y pensamiento nocivos.

Después del tratamiento el paciente puede haber cambiado totalmente de comportamiento, de modo de pensar o de forma de relacionarse con los demás

Mediante una o varias sesiones de Reiki se reviven acontecimientos pasados desagradables que nos condicionan y producen sentimiento de angustia, dolor, abandono, tristeza, rechazo, miedo. Manifestar las emociones es necesario para limpiar el alma y liberarla y así sanar el cuerpo.

Cuando la energía desencadena este tipo de situaciones, el paciente no debe asustarse ni abandonar la terapia sino por el contrario, reafirmar su confianza en el poder del Reiki.