La historia del guerrero pacífico

LA HISTORIA DEL GUERRERO PACIFICO

 

El guerrero pacífico es una herramienta más que ayuda a elaborar una vehemente reivindicación del ser humano, de la grandeza intrínseca del individuo, de su fortaleza interna y externa. Basada en la novela autobiográfica de Dan Millman, ex campeón mundial de trampolín y reputado entrenador físico, hay que agradecer a la propuesta sus buenas intenciones y su empecinada voluntad de definirse, como uno de esos manuales de autoayuda capaces de hacer pensar al lector y en última instancia, convertirle en una mejor persona. Y todo sin resquicios de moralidad ni aleccionamientos gratuitos, tan sólo el firme compromiso de acercarnos el caso real de un joven atleta cuya historia de superación y sacrificio es un firme ejemplo a seguir.

El guerrero pacífico nos embarca en el viaje interior que comenzará cuando se cruce en su vida un extraño personaje de nombre Sócrates, dispuesto a transmitirle toda su sabiduría, basada en la antigua filosofía Zen. Gracias a sus enseñanzas, el joven se sobrepondrá a un accidente de moto que lo dejará postrado en una cama, convirtiéndose en el vivo ejemplo del tesón y la constancia. Las frases o pequeñas lecciones de filosofía de Sócrates, logran despertar en el joven su espíritu de superación. Cada una de ellas no sólo funciona como un perfecto titular aplicable a la vida de cualquier persona con la más mínima aspiración -"Me considero a mí mismo un guerrero pacífico porque las verdaderas batallas se libran en el interior"; "Las personas más difíciles de amar son las que más lo necesitan"...- Dan Millman va adaptando e incorporando cada una de ellas a su rutina diaria.

 

 

El guerrero pacífico se centra en lo verdaderamente importante, como es su vehemente reivindicación del autoconocimiento -porque el interior es el único lugar donde uno encuentra lo que necesita, o el ensalzamiento del entrenamiento mental, en ocasiones relegado incomprensiblemente a un segundo plano, tras el físico. 

 Hay diez frases  que me gustaría compartir

1) “Saca la basura de tu mente. Basura es todo aquel pensamiento que te distraiga de lo que realmente importa: estar presente plenamente en este momento, aquí, ahora”.

Es la primera enseñanza de “Sócrates” a su discípulo y posiblemente la más poderosa. Es ese estado en el que continuamente nos encontramos, con un incesante murmullo de pensamientos, como si una voz interior parlotease continuamente en nuestra cabeza.

Hacemos planes de futuro y nos provocan ansiedad pensando en qué ocurrirá si no somos capaces de cumplirlos; pensamos en el pasado y tenemos remordimientos por no haber actuado de una manera diferente a cómo lo hicimos. Tenemos que vivir en el aquí y ahora

2) “La felicidad es una cualidad evasiva. Si la buscas, no la encuentras” 

Todo lo anterior nos lleva a que nos resulte imposible ser felices. ¿Eres feliz? Esta es la primera pregunta que elige “Sócrates” para su desconocido amigo. Pensar permanentemente en el futuro y en el pasado no nos permite disfrutar del momento presente que, en realidad, es el único que existe. Recordar el pasado que ya no existe y no podemos cambiar es absurdo y vivir pendiente del futuro que tampoco existe es malgastar las horas y no disfrutar realmente de lo único importante, que es el presente, el "Aquí y ahora".

3) “El viaje aporta la felicidad, no el destino” 

Buscamos la felicidad en objetos materiales, en el reconocimiento social, académico, laboral, etc. pero eso, o bien no tiene límite, entrando en una espiral angustiosa, o bien depende de factores externos sobre los que nada podemos hacer. La felicidad, si está en algún lado, es dentro de nosotros mismos y es una irresponsabilidad dejar algo tan preciado en manos de los demás. Nos tenemos que hacer 100% responsables de nuestros actos, si queremos un cambio en nuestras vidas tenemos que dejar de hacer las cosas que hacemos habitualmente y cambiar de rumbo. La felicidad, no está a la vuelta de la esquina, frase célebre, está como bien dijimos anteriormente, dentro nuestro, en cada célula de nuestro cuerpo, en nuestra alma, en nuestro Ser, esperando ser activada.

Si nos obsesionamos con el destino, nos olvidamos de disfrutar del viaje, y en el fondo, el viaje es lo único que tenemos.

4) “La muerte no es triste, lo triste es que la gente no sepa vivir”

Nos entristece la muerte de un amigo o de un familiar porque, de alguna manera, esa persona “no podrá ser” pero nunca pensamos si está siendo, si nosotros estamos siendo o, mejor, si somos. Nos revelamos contra algo natural como es morir pero, realmente…   Lo importante es aprender a vivir, desaprender, reaprender y disfrutar cada momento.

5) “Se te va la olla. ¿Lo sabías? – Llevo toda una vida practicando.” 

Todo lo que nos rodea, alimenta nuestra mente.  Sólo quien se atreve a bajarse de este torbellino  y parar un momento es capaz de ver más allá. Y  “Sócrates” es uno de éstos, es un observador.

Entendernos desde dentro, y no desde fuera, es lo que marca la diferencia. Y ese modo aunque a veces nos cueste, es el único camino para conocernos y encontrar nuestro eje, nuestro centro.

6) “Sé más de lo que piensas y  piensa más de lo que sabes. El conocimiento no equivale a sabiduría, la sabiduría consiste en hacerlo”

Tú no eres tus pensamientos, tú eres quien piensa. Caer víctima de una emoción, por ejemplo,  en un terrible enfado, hace que ese “yo” se vea secuestrado por la emoción.

La tradición budista dice que hay que diferenciar entre el observador y lo observado, entre continente y contenido y ello se logra mediante la meditación que no es otra cosa que centrar nuestra atención, por ejemplo, en la respiración, con el objeto de aquietar la mente. Hacernos “presentes”y "responsables" de nuestro bienestar físico, mental-emocional y espiritual.

Y es que, en realidad, no existe el pasado ni el futuro, sólo el presente.

7) “Las personas no son lo que piensan que son. Sólo creen serlo.” 

Tendemos a identificarnos con nuestras experiencia pasadas: “Soy ingeniero informático”, “soy consultor”, “soy padre”, “soy el marido de”; o con las experiencias futuras “voy a ser”.

Todo eso configura lo que llamamos nuestro “ego”. Pero no somos el ego, somos lo que somos y lo somos en el presente. El presente es el único momento en que el ego no existe y, claro, éste se revela. Cuando meditamos y queremos parar, la mente comienza a hablarnos, a decirnos que lo que hacemos es una sonsera, no quiere callar. Debemos aquietar la mente para reconocer quienes somos en realidad.

8) “A quién cuesta más querer es a quién necesita más amor” 

Querer a quien nos quiere es fácil y nos resulta placentero. Querer a quien nos odia o nos agrede no lo es tanto, y es realmente una virtud.

Sólo es posible llegar a esto mediante la compasión y, para que se produzca compasión por los demás, es necesario que seamos capaces de sentir compasión por nosotros mismos, por nuestra fragilidad, es así como podemos conectarnos con el otro "Ama a tu prójimo como a ti mismo" y abrazando la divinidad que hay en nosotros, como podemos amar.

9) “Cuando por fin logres vivir el presente, te sorprenderá todo lo que puedes hacer y lo bien que lo haces”

La solución es librarnos de la basura, de nuestro ego, distanciarnos, observarlo, entrar a nuestro lado de sombra, sin cuestionarnos ni sentir culpas. Transmutar todo en Luz. Ser el que controla y no el controlado.

Cuando seamos capaces de liberarnos de todo aquello que nos condiciona y centrar la atención en el presente, todo será mucho mejor.

“Un guerrero encuentra el amor en lo que hace”.

Simplemente amemos y disfrutemos de todo aquello que hagamos, estudio, trabajo, emprendimientos, viajes. La vida tiene que ser un deleite constante, un derroche de felicidad amor y paz.

10) “La vida es elegir, puedes elegir ser una víctima o cualquier otra cosa que te propongas”

Está en nuestras manos elegir entre vivir el presente o vivir de ilusiones. Desde el presente nos daremos cuenta de que “no hay nada que perder” porque nada tenemos, sólo cuando nos dejamos dominar por el ego sentiremos miedo. Escuchemos nuestro verdadero Ser.